Un detalle que poca gente ve, o no parece ver, es que cuando enseñas, estás aprendiendo y esto que puede sonar raro, en las artes marciales, al menos a mi entender, es algo que se cumple y a rajatabla y lo voy a explicar a continuación.
Hay un tipo de alumnos que paga, viene, aprende y se va, sin hacer nada más fuera del sitio de práctica; esto está bien si es lo que buscas, pero, a mi entender, le faltaria el siguiente paso que no es otra que más implicación, sobretodo si quieres evolucionar. Hay un libro, Outliers de Malcom Gladwell, donde define, resumiendo mucho por mi parte, que si se quiere destacar en algo, sea lo que sea, hay que dedicar, como mínimo, 10.000 horas de entreno/práctica consciente en lo que se quiere hacer, haciendo un entreno de 4 horas a la semana, unos 11 meses al año (redondeando, unas 44 semanas al año), eso da una friolera de unos 56 años, algo impensable si queremos ser buenos, pero si eso no importa, si lo que se busca es pasar el rato y entretenerse, entonces este cáculo da igual.
Siguiendo a lo que iba, hay otra parte de alumnos que se implican más, miran de asistir a más entrenamientos, practicar por su cuenta, quedar con amigos de entreno para practicar, ir a competiciones si las hay, etc. Esta gente se dedica no a hacer 4 horas a la semana, si no muchas más y por su dedicación, su mejora se nota.
Aprovechando esto, yo recomiendo que quien pueda y quiera mejorar más aún, mire de dar clase, para aprender, y no lo digo en broma; si se hace bien y de forma planificada, puede ser una gran mejora en la práctica y evolución de uno mismo; el tener que enseñar hace que tengas que interiorizar más la técnica, por lo que su nivel de comprensión es mucho mayor, practicas la paciencia al enseñar a según quien, tu percepción aumenta al tener que ver y entender lo que hacen y, en el caso que no salga bien, saber lo que se puede mejorar y como transmitirlo de forma que sea una ayuda para el practicante y no lo vea comoun error y trate de adoptar la culpa como suya, a parte que la planificación y organización de las clases hace que la cabeza esté pensando continuamente en eso, con lo que, creo, se pdoría considerar, en parte, como una porción de entrenamiento mental, la visualización de las técnicas, su ejecución y el resultado de las mismas, si a esto le sumamos el entrenamiento, las horas de entreno se disparan aún más y, por tanto, la evolución personal. Luego, podemos añadir el hecho de detectar en los alumnos fallos propios, al ser ellos un espejo de nuestra técnica, si vemos que los alumnos, por norma general, hacen algo que no debería hacerse de esa forma, podríamos mirar si lo están haciendo así por que lo hacemos mal nosotros o por que lo transmitimos de forma errónea, por lo que nos ayudaría a mejorar a nosotros mismos.
Si que es un esfuerzo y no todo el mundo tiene la capacidad o paciencia, pero, pesonalmente, creo que es un paso que todo practicante del mundo de las artes marciales debería dar bien sea para mejorar, bien sea para saber el esfuerzo que hace y ha hecho esa gran persona que está invirtiendo su tiempo en nuestra foramción marcial.
Gracias instructores!
Xavi Vila
Instructor de Kyusho