Otra vez de vuelta a tierras del norte, a Euskadi, a afianzar y ayudar en la práctica al grupo establecido en Irún.
Como la otra vez, pillo tren bien temprano en Barcelona y llego a la estación poco antes de las 13:30 del sábado, en un par de minutos llega Daniel Llana, el responsable del grupo, y vamos a un restaurante de la zona a comer. El tiempo no acompaña mucho pero dentro se está muy bien; ya en el coche empezamos a hablar sobre Kyusho, su entrenamiento, lo que ha descubierto con la práctica, lo que se ha encontrado y lo que le está encantando no solo la práctica, si no ver como se va adaptando a su práctica habitual.
Después de comer, al dojo Okaleta, a cambiarse y la gente empieza a llegar. Destaca que hay quien ha venido desde Cáceres para practicar.
A la hora empezamos la práctica donde vemos más a fondo los niveles de práctica de Kyusho International y se resuelven algunas dudas que van saliendo. La gente tiene más soltura en la práctica y se nota que han practicado y han hecho sus deberes. Después de una sesión algo dolorosa, terminamos con el masaje de relajación y a descansar, que mañana nos espera otra sesión igual.
Paso por el hotel para cambiarme rápidamente y al hotel, a una sidrería de la zona donde podemos disfrutar de una fiesta de la sidra con el txotx incluido. Entre el ruido del salón y demás comensales solamente podemos hablar casi a gritos, pero nos vamos entendiendo sobre temas de práctica de Kyusho y como planificar encuentros. Después de la cena, sigue lloviendo a raudales y vamos para el hotel; allí puedo irme a descansar hasta la mañana siguiente.
Domingo, sigue lloviendo, desayuno y voy a dar un paseo llegando hasta Francia, pero el tiempo no acompaña nada y no doy mucha vuelta, así que espero en el bar viendo las noticias. A la hora convenida me pasan a buscar y hacia el dojo, a seguir practicando. Hoy resolvemos un par de dudas y seguimos con el programa viendo ciertos detalles y formas de entrenar y luego, los exámenes; que la gente está interesada en certificarse; después de una serie de pruebas, su forma de trabajar se ve bien afianzada donde en los primeros niveles ya se ve alguna que otra incapacitación de primer nivel. Para finalizar, otra sesión de masaje de reequilibrio, ducha y a celebrarlo. Después de eso, al aeropuerto y a casa, que, aunque breve, ha sido un fin de semana intenso y tormentoso.
Con ganas de volver para seguir la formación.
Xavi Vila
Instructor de Kyusho