Me he encontrado algunos alumnos que vienen (o venían) a mis encuentros, entrenaban como el que más (algunos), pero luego, fuera, en su práctica habitual, no practican ni tratan de asimilar la enseñanza que se les ha dado en los encuentros. Mis clases son un tanto eclécticas donde trato de ir adaptándome al nivel de la clase, llegando a hacer varios grupos y tratando de repartirme de forma equitativa entre todos los grupos formados según nivel y capacidades, como creo que hacen muchos instructores de artes marciales en otras salas de práctica (Dojo, Kwoon, sala de armas, …)
Lo que me deja perplejo es que el Kyusho que yo enseño no tiene la estructura de un arte marcial con sus técnicas, formas y movimientos que cada uno debe aprender y asimilar, si no que se trata de aprender una base de zonas anatómicas débiles y ángulos y sus efectos e ir adquiriendo habilidad, puntería, velocidad y control (sobretodo control) para ser cada vez más efectivos con la activación de los llamados puntos, esta simpleza del programa hace que realmente sea cada alumno el que deba entender lo que se practica para poderlo asimilar al programa marcial que conoce, sea un estilo u otro.
Lo que veo es que hay gente que viene a los encuentros, practica, hace alguna pregunta puntual, se va al terminar la clase y no vuelve a practicar o a pensar en Kyusho hasta el próximo encuentro, con alguna posible excepción al leer algo por Facebook o ver algún vídeo por Youtube, con lo que su curva de aprendizaje es muy lenta, si llega a ser ascendente. Que no estoy en contra de esto, si es algo que el propio allumno es lo que espera y busca.
Recuerdo en mi práctica inicial, donde llevaba una libreta a las clases y apuntaba lo que podía al terminar, en casa la pasaba a limpio, así se me quedaba una parte y a nivel físico, practicaba los katas en casa,en mi habitación, tratando de recordar los pasos, las posiciones intermedias y los detalles que no recordaba, los apuntaba, por si más adelante los recordaba o para preguntarlo en las siguientes clases. Las técnicas las visualizaba, las realizaba ante una sombra, un oponente imaginario que se movía como debía, pero estaba tratando de trabajar la memoria muscular y la conexión cerebro <-> músculo para que en el momento que tocara funcionara todo lo mejor que podía. Recuerdo estar en un autocar de vuelta de la facultad, con la libreta abierta en el regazo y repasando mentalmente las técnicas una y otra vez tratando de ver lo que toca hacer. Para mí era una práctica continua, casi desde el momento que me levantaba hasta el momento de irme a dormir, donde hacía un repaso de lo hecho durante el día.
¿Cuál es vuestro estilo de práctica? ¿Implicación o práctica puntual?
Xavi Vila