Este es un nivel muy discutido. Hay que tener en cuenta que es una práctica de concepto. Ante un cuchillo, si hay que luchar, tenemos que tener en mente la premisa de que queramos o no, saldremos cortados, sobre todo si nosotros no disponemos de ninguna arma; así que trataremos que si nos cortan, sea en zonas no vitales que nos permitan llegar hasta un puesto de socorro o que seamos capaces de pedir ayuda y que ésta pueda llegar a tiempo. En el caso que no sea viable luchar o tengamos una opción viable de escape, por supuesto, recomendamos encarecidamente esa opción, la del escape o entrega del dinero que llevamos, antes a vivir una sensación de peligro para nuestra vida. Nada es más importante que nuestra integridad física.
Premisas de un conflicto con armas blancas
Hay que tener en cuenta que el llegar a un conflicto o enfrentamiento donde el oponente saca un arma significa que previamente han fallado varios pasos, ya desde la base que hay que evitar cualquier conflicto, ya sea mediante negociación, mediación o cualquier método no violento y dialogante. Luego ha fallado el hecho de atención, donde debemos considerar el peligro potencial del oponente, estudiar las posibilidades que esté armado o no, estudiar su capacidad ofensiva/defensiva, … y, sobretodo, en el caso que no podamos evitar el enfrentamiento violento, el prevenir que aparezca un arma de por medio.
Partimos de la base que somos conscientes de la gran debilidad y fragilidad del cuerpo humano y este conocimiento nos debe hacer especialmente cuidadosos en la protección de, no sólo nuestra vida e integridad física, si no también la de la gente que nos rodea.
En este nivel de practica, nos debemos situar en el peor de los escenarios, donde todo ha fallado y el oponente ha sacado, con éxito, un arma. Esperemos que nunca tengamos que poner en real este nivel.
Defensa contra cuchillo enganchado a nuestro cuerpo
En esta parte, además de todos los fallos anteriores, hay el fallo de permitir que nos rompan la distancia y lleguen hasta nosotros con el arma, pero no nos han apuñalado, “sólo” nos están amenazando.
Primero de todo, hay que conservar la calma; sabemos que en una situación así, donde nuestra vida peligra, no es fácil, pero ponernos nerviosos no hará si no limitar considerablemente nuestras posibilidades.
En los encuentros de Kyusho puede practicarse una serie de aplicaciones para tratar de superar una situación con el cuchillo enganchado al cuerpo.
Defensa contra cuchillo “vivo”
Se denomina cuchillo vivo aquel que se puede mover libremente en la mano del oponente y su actitud es de ataque hacia nosotros. Esta es una situación muy peligrosa y la única recomendación válida es huir; desconocemos la habilidad del oponente así si está afectado por alguna droga o estimulante. Queramos o no, la aparición del arma hará que la adrenalina fluya de forma descontrolada por nuestro organismo, causando una serie de reacciones fisiológicas, entre ellas el efecto de visión de túnel, por lo que si el oponente tiene algún compañero o aparece una alternativa de fuga, no lo veremos hasta que sea demasiado tarde.
Trabajo con cuchillo
El saber como usar el cuchillo para poder entrarle a tu oponente es un trabajo muy interesante; no entraremos a definir si es un trabajo exclusivo, mejor ni peor; este es una propuesta de trabajo para entrenar, en el dojo, nada más.
La base de este sistema de trabajo es el mismo que el usado para realizar las técnicas de cuchillo enganchado al cuerpo, es decir, un trabajo relajado. Si estamos relajados, sin tensión en el brazo, pero con un agarre firme en el cuchillo, todo ataque que nos hagan, después de un buen entrenamiento, podrá superar la gran mayoría de técnicas que nos intenten hacer, pues el brazo no será como un palo rígido que se irá moviendo, si no será como un látigo que se irá retorciendo para encontrar la entrada viable más directa. Lo peligroso del cuchillo es que no importa mucho el punto donde ataque, donde incida en el oponente, allí donde impacte causará una herida importante con hemorragia, por lo que, en este caso, la intención lo es todo.
Es muy importante aprender a leer los mensajes corporales de los oponentes para saber hasta donde pueden llegar, para evitar confrontaciones innecesarias.
Xavier Vila
Instructor de Kyusho