He recibido varios correos de otras organizaciones donde anuncian que enseñan el único y auténtico Kyusho. No hace falta mencionar que cuando los recibo, al principio me reía, luego pasé a sonreir, llegando, actualmente, a ni mirarme los correos.
Quien diga que su Kyusho es el auténtico no sólo está mintiendo, también se está engañando. Las diferentes organizaciones que hay actualmente en España (tengo constancia de 7 de ellas) lo que presentan es, básicamente, una forma pedagógica de enseñar lo que, según ellos, es la forma correcta de enseñar el Kyusho. Mientras hay organizaciones que premian el que la gente use misticismos como colores, polaridades, polígonos, ciclos, … hay organizaciones que se centran más en un concepto en concreto, como por ejemplo el Aiki; otras organizaciones cuyo maestro se centra en su estilo para tener a gente afín y trata de ir contactando a otras organizaciones para seguir aprendiendo, sin tener una base muy fuerte y luego hay organizaciones como Kyusho International que se centran más en que el alumno sea capaz de aplicar y adaptar el Kyusho en su propio estilo, de la forma más natural y directa posible; es decir, que un practicante de Karate sea capaz de buscar, en sus katas, a qué puntos se atacan, que un practicante de Budo Taijutsu vea que en las técnicas, haciendo una pequeña variación del movimieto de golpeo, o apuntando específicamente a una zona en concreto excepto el pecho en general, la efectividad de la técnica mejora considerablmente; que un practicante de Jiu jutsu vea la efectividad de sus técnicas aumentada debido a los puntos de presión que puede aplicar en las diversas técnicas de que dispone, y un largo etcétera de estilos marciales y posibles aplicaciones. Con todo esto, Kyusho International no pretende dejar fuera del conocimiento de los alumnos la parte más «mística», si no que antes, el alumno ha de ser capaz de acceder a los puntos de forma lo más natural y directa posible, sin pensar en que pie está levantado, luego si el oponente ha levantado o no el pie, si los tiene cruzados o no, si él los tiene cruzados, si es por la mañana o por la tarde, … Se busca que el trabajo real lo haga el alumno, de forma que él mismo decida lo que le va bien, lo que le es util y lo practique y aplique a su estilo. No damos una serie de técnicas prefijadas, si no que aprendemos de los diferentes estilos con los que se practican y vemos formas de introducir el Kyusho en el estilo propio de cada uno.
No hay que olvidar que muchas de las teorías que alimentan muchos instructores de diversas organizaciones se basan en la MTC (Medicina Tradicional China), donde se tiene a un paciente con una dolencia y, según que dolencia es, se puede esperar más o menos a que el cuerpo esté más receptivo a los tratamientos, pero cosas así no son aplicables en un combate donde no te puedes parar a pensar, si no que se debe actuar de forma lo más automática posible, respondiendo según lo entrenado con anterioridad.
¿Cuántos instructores pueden decir con seriedad que han pensado en la hora que era, en un color, o en elementos cuando han tenido que reaccionar ante un ataque por sorpresa? Por mi experiencia y preguntas, es que nadie lo hace. Todo el mundo responde según lo entrenado y según las reacciones automáticas de la persona, en base al cerebro reptiliano de cada uno. En situaciones de estrés no hay tiempo de pensar, sólo se puede actuar y es en esos momentos donde se ve la validez del entrenamiento.
Ante la pregunta que recibo de vez en cuando sobre qué organización es mejor o qué instructor es el más adecuado, mi respuesta es y será siendo la misma, que cada uno busque y que decida libremente según sus propias sensaciones. Que cada uno viva su vida.
Así, cada uno decide cual es el Kyusho que le vale a él.
Xavi Vila
Instructor de Kyusho